La tinta de las impresoras de chorro de tinta se suele secar con rapidez, y esto obliga a los propietarios a cambiar los cartuchos que prácticamente no habían utilizado, cuestión que por supuesto molesta bastante a los consumidores de estas impresoras. Por eso hoy, te explicamos unos cuantos consejos para que no tengas que cambiar los cartuchos con tanta rapidez, dado que el precio del mismos suele ser elevado.
Normalmente no se utiliza tanto la impresora para que se acabe el cartucho antes de que se seque. El uso medio es de unos cuantas veces a la semana, incluso a veces no se utiliza ni una vez al mes, por lo que en este aspectos las impresoras laser son mejor, ya que puedes dejar el tóner de manera indefinida en su tambor, sin miedo a que se seque.
El problema de que se seque la tinta no solo afecta al echo de que ya no se puede utilizar, sino que también suele atorar los inyectores de tinta y limpiarlo es una tarea pesada para los usuarios.
Si dejas la tinta de la impresora en la nevera resolverás el problema. Aquí te explicamos paso a paso el procedimiento de como hacerlo.
En primer lugar, retira el cartucho de la impresora y limpia los inyectores con papel húmedo, no empapado en agua. Una vez limpios, buscamos una bolsa de plástico, no muy grande y si es con cierre a presión mejor. Puedes utilizar las bolsas para congelar que venden en los supermercados. A continuación, metes el cartucho de tinta de la impresora dentro de la bolsa de plástico y añades papel húmero encima de los inyectores, y lo envuelves en celo para asegurarlo y ya estará lista para meter en la nevera.
Es muy importantes que los inyectores queden boca arriba en la nevera, ya que puede haber peligro de que se derrame, o si tienes un cartucho con varias tintas, se mezclen entre si. También debes saber, que si vas a utilizar la tinta es necesario que se atempere, por lo que debes sacarla de la nevera con algo de antelación a su utilización.
Otro método para que la tinta no se seque es dejarlo a temperatura ambiente. Te explicamos el procedimiento, bastante similar al anterior.
El procedimiento es el mismo hasta que metes el cartucho a la bolsa, en ese momento intentas cerrarla de manera lo más hermética posible, para que de esta manera la humedad no pueda escapar de la bolsa y los cartuchos se mantengan frescos. Eso si, el cartucho tiene que esta guardado en un lugar cerrado y sin que le de la luz del sol. Igual que de la otra forma tienes que dejar los inyectores boca arriba. Lo único que de esta manera hay que cada semana comprobar que el papel con el que has envuelto los inyectores siga húmedo, sino habrá que repetir el proceso.
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